Economía

Chile lidera ranking regional en capacidad para cultivar y retener el talento ejecutivo

Tener una economía abierta, la estabilidad fiscal, y el fomento de la formación durante toda la vida laboral son ingredientes clave para generar y retener talento.

Por: Ainhoa Murga | Publicado: Lunes 2 de febrero de 2015 a las 05:00 hrs.
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Elena Herrera es española, tiene 29 años, y es psicóloga investigadora por la Universidad de Oviedo España. Este enero recibió un premio a la excelencia por su tesis doctoral. En el acto de premiación, entregó al rector de la universidad la tarjeta de embarque que la llevó de vuelta a España desde Chile, donde reside y trabaja como investigadora desde 2014. Su acto fue "una medida de protesta", explica por teléfono desde España. Pero también es un símbolo de lo que miles de jóvenes realizan cada día para poder desarrollarse en el campo laboral en que se han formado: emigrar.

En el caso de Herrera, su destino fue Chile, líder regional por segundo año consecutivo en el ranking del Índice de Competitividad del Talento Global 2014. Este estudio, elaborado por Adecco junto con la escuela de negocios Insead y el Human Capital Leadership Institute, explica que la capacidad para cultivar, atraer y conservar el talento laboral juega un rol clave en el crecimiento económico de los países.
A nivel mundial, Chile ocupa la posición 27 entre los 93 países evaluados, cuatro puestos por encima de la medición de 2013, y destaca especialmente en el parámetro que mide la retención de talento (puesto 14 a nivel mundial).


El estudio, que evalúa aspectos políticos, económicos y sociales, muestra una amplia brecha entre los puntajes de las diversas variables. El liderazgo regional de Chile se debe a la combinación de un marco regulatorio, empresarial y laboral positivo, junto con la capacidad de atraer talento y "cultivarlo", e impulsado por una gran capacidad para retener el talento. Esto se debe, en gran medida, al alcance y nivel de los impuestos (9) y al elevado salario de los directivos (1) que, en combinación, le otorgan la tercera posición mundial en sostenibilidad. Esto contrasta, sin embargo, con el puesto 48 que ocupa en calidad de vida, parámetro que evalúa la seguridad del país, el medio ambiente y la sanidad, entre otros aspectos.
Por otro lado, destaca también por su apertura externa (15) y el acceso a oportunidades de crecimiento laboral (17). Entre los aspectos a mejorar, el estudio destaca el panorama empresarial (40), donde influye la competencia y la facilidad para hacer negocios; y la brecha salarial entre hombres y mujeres (68).

Desafío mundial
Actualmente, uno de los mayores desafíos en el mercado laboral es el desequilibrio existente entre la demanda de capacidades específicas y la oferta de candidatos adecuados para un perfil.
Esto provoca que cada año queden sin cubrir millones de vacantes pese a que hay millones de personas, sobre todo jóvenes, buscando empleo. Este desafío depende tanto del gobierno como de las empresas privadas que, según el informe, deben aceptar que invertirán recursos en la formación de los trabajadores con el riesgo de que se vayan a trabajar a otro sitio, pensando en que ellos se beneficiarán del flujo inverso.


El estudio ve una clara correlación entre la riqueza de un país y el cuidado del talento. Así, los países que logran puestos más altos en el ranking (Suiza, Singapur y Luxemburgo), invierten más en aprendizaje durante toda la vida laboral a través de programas formales y vocacionales; ofrecen mayor flexibilidad y movilidad en el mercado laboral; y están más abiertos a la inmigración. Dos aspectos que contribuyen positivamente son una sociedad abierta y un estilo de vida sustentable.

¿Cómo mejorar?
El análisis señala que la apertura de un país (en términos de comercio, inversión, población, etc.), es un "ingrediente clave de la competitividad del talento". Los países líderes, además, son aquellos que "han priorizado la generación de talento durante décadas". Por otro lado, se observa que los países con estabilidad fiscal invierten "de forma astuta" en el cultivo de talento al tiempo que construyen una economía sustentable que ofrece unas condiciones de vida óptimas para el desarrollo personal.


Mientras que el talento puede "cultivarse" de forma interna (inversión en educación y formación continua de los trabajadores) o externa (enviando a los ciudadanos a estudiar fuera, como en el caso de China, para que vuelvan al país y apliquen lo aprendido), los países que tienen mayor competitividad son los que combinan ambas fórmulas: atracción de talento y cultivo.


Actualmente, el desarrollo del talento va más allá del pilar tradicional de educación y el frenético avance tecnológico hace necesario que los privados ayuden a los trabajadores a adaptarse a los nuevos retos. "El cultivo del talento interno debe recibir una atención principal en paralelo a contratación de talentos estratégicos para áreas en las que no se asume el riesgo de "cultivarlo" (o no plenamente)".

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